Así está cambiando la forma de invertir: por qué se han disparado los ETF en el último año

Existen desde los 90, pero hoy están más de actualidad que nunca. A finales de octubre, las inversiones en ETF (‘Exchange Traded Funds’) o fondos cotizados marcaban un año récord, con un 49% más que las entradas netas en bolsa de todo el año 2020, según el proveedor de datos ETFGI. En tres años, los activos globales mantenidos en ETF han pasado de los 4,8 billones de dólares a los 9,7. Y según las principales gestoras de fondos del mundo, se espera que el volumen de inversión en ETF siga imparable en los próximos años.

Desde la crisis financiera mundial de 2007-2008, el cambio de chip de los inversores de fondos gestionados activamente a ETF, que comenzó en los Estados Unidos, se ha extendido a todos los rincones de los mercados financieros. Ahora, los grandes inversores y asesores no solo están abandonando su oposición de años a la adopción de ETF, sino que cada vez más —un 30% ya en Estados Unidos— utilizan carteras creadas en su totalidad a partir de ETF.

Sin ir más lejos, Goldman Sachs lanzó su primer ETF en julio y JPMorgan está pensando en convertir cuatro fondos mutuos de más de 10 mil millones de dólares en ETF en 2022. En su conjunto, estos productos financieros suponen más del 20% de los nuevos instrumentos disponibles para la compra-venta en bolsa. Hace 10 años esa cifra rondaba el 8%, de acuerdo con un informe de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA).

Fuente: ETFGI

“En Europa, con una media de ahorro de 300 euros por mes y con una enorme brecha en las pensiones, los ahorradores son cada vez más conscientes de la importancia de planificar su futuro financiero. Existen maneras de invertir de forma segura dependiendo del nivel de riesgo y tolerancia, y los ETFs pueden ser el camino de inicio”, opina Kintxo Cortés, director general en España de la plataforma de inversión Trade Republic.

Inversión diversificada y bajas comisiones

Los ETF son un conjunto de activos que cotizan en bolsa como si fuesen una acción y permiten invertir de manera diversificada y, por tanto, reducir el riesgo. Al invertir en estos, estamos repartiendo el dinero en empresas, sectores, materias primas, bonos, etc., agrupados en índices. “Si los ETF tuvieran un lema, este sería: ‘¿Para qué jugársela invirtiendo en una empresa, pudiendo invertir en un grupo de 35.500 empresas?’”, dice Pere Ortiz, analista financiero.

Aunque son similares a los fondos de inversión, tienen algunas características singulares que los hacen especialmente atractivos. Por ejemplo, se negocian en bolsa, se compran y venden a precios de mercado en cualquier momento del día y la mayoría de ellos son fondos de índice, como una lista de valores transparente y disponible. Se venden y liquidan en cuestión de minutos, en vez de días.

A diferencia de muchos fondos tradicionales, los ETF no tienen mínimos de entrada. En algunos países pueden ser más eficientes en materia fiscal y también más baratos en comisiones, ya que la figura del gestor pasa a un segundo plano o se sustituye por una plataforma de gestión que automatiza el proceso de inversión. Esto es posible gracias a que los ETF son inversiones pasivas, replican el comportamiento de un índice bursátil, al contrario de los fondos de gestión activa, administrados por gestores que se dedican a elegir y comprar acciones de forma individual para intentar batir la rentabilidad media del mercado.

“Son varias las causas que explican el éxito de los ETF, como las bajas comisiones o la entrada de nuevas plataformas digitales de inversión”

Hay ETF de renta variable, que se comparan con un índice de referencia, como el Ibex 35, el Dow Jones, el DAX 30…; de renta fija, donde se crean obligaciones sobre bono públicos o privados; monetarios, que replican la deuda estatal sobre activos monetarios; de materias primas, como el petróleo, el gas, el oro…; sectoriales, que replican índices de diferentes sectores; regionales, que recogen activos de zonas geográficas concretas; globales, centrados en índices mundiales de renta fija o variable, como el MSCI World Index o inversos, donde se apuesta en corto, es decir, ganan cuando el índice va a la baja.

“Existen varias causas que han provocado el éxito de estos fondos el último año, como esas bajas comisiones en las operaciones o la entrada de nuevas plataformas digitales de inversión, que han acercado estos mecanismos de inversión a más población y a un bajo riesgo, entre otros aspectos. Pero sin duda, la pandemia ha sido un detonante para los ETF”, apunta Ortiz.

“En un panorama de paralización de algunas actividades comerciales, donde unos sectores han salido bien parados y otros menos, se ha creado el ambiente perfecto para la proliferación de los ETF, ya que estos permiten invertir en contra y a favor de índices: por ejemplo apostar en contra de las aerolíneas y a favor del sector farmacéutico”. Además, hay un ahorro de hasta el 80% respecto a un fondo convencional, “lo que implica la posibilidad de mayor rendimiento de la inversión”, concluye el analista.

Más de 1.500 ETF donde invertir

Otra de las causas de este auge de los ETF es la tecnología, que ha democratizado el acceso a este y otro tipo de inversiones gracias a la posibilidad que ofrece de gestionarlas con unos pocos clics y desde la palma de la mano. Porque ahora los neobancos ya no se limitan a gestionar una cuenta bancaria ‘online’: además abren el universo de la inversión a cualquiera que desee lanzarse a esa aventura desde una ‘app’.

Es el caso de la aplicación de Trade Republic, una plataforma de origen alemán recién llegada a España que permite al usuario, tanto inversor experto como principiante, abrir una cuenta desde su ‘smartphone’ o desde la web y poder invertir en más de 1.500 ETF, entre los cuales, BlackRock, DWS (Xtrackers), Amundi o Lyxor. La inversión en ETF a través de los planes de inversión tiene coste cero. En total, Trade Republic incluye la posibilidad de invertir en más de 9.000 acciones y ETFs por un euro por operación y crear más de 3.500 planes de inversión gratuitos, personalizables y automatizados empezando desde diez euros.

Fundada en Berlín en 2015 con el objetivo de simplificar el proceso de inversión y democratizarlo, desde Trade Republic afirman que se trata de una plataforma fácil de usar, accesible, asequible y segura. Cuenta con más de un millón de clientes y activos por encima de los 6.000 millones de euros y está supervisado por el Banco Central alemán, regulado por la BaFin y autorizado por la CNMV. Ha llegado a España con un equipo local dirigido por Kintxo Cortés y con el objetivo, según la propia empresa, de convertirse en la mayor plataforma de ahorro de nuestro país.

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