Claudia Martínez se va recuperando poco a poco del shock sufrido este sábado, en el calentamiento previo al partido ante el Chiloeches, cuando la rodilla derecha la dejó fuera de juego.

Anímicamente tocada el sábado, la jugadora morracense (Aldán, 1994) explicó este domingo la secuencia de lo sucedido. “Fue en el calentamiento, en un apoyo noté algo en la parte interna de la rodilla y ya no pude apoyar”. A la goleadora del Bembrive se le practicó un vendaje aplicando hielo y mantuvo la pierna sobre el banquillo todo el partido. Figuraba en el acta para salir en el quinteto inicial y Gael Madarnas, su técnico, tuvo que reemplazarla por Andrea Rivero. Al finalizar el encuentro, la gravedad de la situación era muy palpable. Clau, de pie, sin moverse al lado del banquillo, esperaba a que ambos equipos concluyeran el saludo protocolario. Y todas las jugadoras del Chiloeches se acercaron para interesarse por su situación.

La cañonera del Bembrive apenas se ha perdido algún partido desde que llegó al Vicente Álvarez en 2019. Todo lo más, por motivos laborales un par de partidos. Comenzó su trayectoria en el equipo de fútbol sala de El Olivo para dar el salto en 2010 al actual Poio Pescamar (Ateneo Combarro en aquella época). Y en junio de 2011 sufrió su única, pero muy grave, lesión. Fue en la rodilla derecha, durante la disputa del Campeonato de España juvenil en Alcorcón. Su lesión, el ligamento lateral interno roto y el cruzado, tocado.

Este lunes tiene cita con el traumatólogo para una primera exploración y para determinar la fecha en la que deberá someterse probablemente a una resonancia magnética. El día posterior a la lesión, sus sensaciones son poco halagüeñas: “Aún no puedo apoyar y tengo bastante dolor”.

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