
Inexplicable el nuevo capítulo que tenía deparado esta edición de Wimbledon con Jannik Sinner como protagonista y beneficiado de una de las situaciones más crueles que se recuerda en la historia del tenis y del deporte en general con la lesión de Grigor Dimitrov cuando dominaba a placer el duelo de octavos de final (6-3, 7-5, 2-2 y retirada).
Era uno de los peores días que se le recuerdan al número uno mundial en una pista de tenis, sometido como casi nunca se le había visto. Dimitrov estaba jugando un partido excelso, con un nivel de servicio y volea al más puro estilo Roger Federer, que presenciaba desde el palco presidencial una exhibición que hacía presagiar una de las derrotas más contundentes en la carrera del italiano.
Dominando desde el fondo y gustandose como hacía tiempo que no se le veía, el búlgaro acariciaba los cuartos de final con todo merecimiento, ante un Sinner que afectado por un golpe en el codo apenas pudo mantenerse cerca durante los dos primeros sets. Se le vio como pocas veces al italiano, mostrando su lado más sentimental con gritos de rabia que no son nada característicos en él.
Con todo merecimiento dominaba Dimitrov, incluso después de ver como se cerraba el techo de la pista central por la amenaza de la falta de luz. Pero a los cuatro juegos del tercer set, todo cambió. Tras un servicio, el búlgaro se fue al suelo con la mano en el pecho denotando ya de buenas a primeras que algo grave sucedía. Apenas se podía levantar del suelo y tuvo que ser con la ayuda de los médicos, que tras un breve examen vieron que el problema era insalvable.
Se fue a los vestuarios para intentar buscar una solución milagrosa, pero en apenas unos minutos salió resignado y roto entre lágrimas para dar la mano y anunciar su retirada.
“No me siento vencedor de este partido” llegó a sentenciar Sinner tras el partido, sabedor de que la injusticia de las lesiones le había entregado el pase a cuartos de final de la forma más inmerecida que se podía imaginar.
Sin duda, la crueldad atizó de la manera más trágica y dura a un Dimitrov que en Wimbledon volvía a disfrutar tras mucho tiempo afectado por problemas físicos. Habían sido cuatro Grand Slams consecutivos abandonando por lesiones y cuando mejor estaba jugando, volvieron a aparecer de la forma más cruel.
Sinner se salvó en su peor día para estar en cuartos, donde se medirá a Ben Shelton.
Enlace de origen : ¡Dimitrov se rompe cuando tenía contra las cuerdas a Sinner!