Dirigentes del PP alertan contra el exceso de confianza: “Hoy las encuestas se mueven diez puntos en días”

“En tiempos de Felipe González y José María Aznar para que se movieron dos puntos en las encuestas pasaba un año y había mucho trabajo detrás. Ahora bastan dos tuits y tres canutazos en todos los medios de comunicación y volando en las redes sociales para que las encuestas se muevan diez puntos”. Esa reflexión de un dirigente del PP que ya estaba en las cocinas electorales del partido cuando Aznar logró la alternancia política en España resume bien cómo ha cambiado la política española, mucho más volátil e incierta y con una adhesión a las siglas mucho menos fiel que en los años 90 y 2000. Apunta también a un sentimiento generalizado en el cierre del congreso del PP: cuidado con la euforia y con empezar a repartir carteras del Gobierno.

Ese aviso ha estado en boca de muchos dirigentes populares este domingo en los pasillos de Ifema. Las elecciones generales de julio de 2023 siguen ahí como un fantasma. Entonces el exceso de confianza y la proclamación de una mayoría absoluta que nunca llegó dejó a Alberto Núñez Feijóo en la oposición contra todo pronóstico. En el PP hay quien agita ese fantasma tras dos días de fiesta y euforia en el cónclave nacional. Y el símil con el fútbol es inevitable. “Que al Atlético le vaya muy mal no significa que el Real Madrid gane la Liga. Hay que tener mucho cuidado con estar más pendientes del rival que de nosotros mismos”, agregó otro exdirigente con muchos trienios de militancia en el PP.

“Comparaciones odiosas”

“Todas las comparaciones son odiosas”, avisó Feijóo a su entrada al congreso este domingo y antes de dar un discurso donde abrió su investidura como presidente del Gobierno al diálogo sin vetos, con Vox o con el PSOE, incluso con los nacionalistas. Un solo partido con cordón sanitario: Bildu, El sábado las imágenes antagónicas del Comité Federal y del congreso nacional del PP mostraron dos estados de ánimo opuestos. El cierre de filas con Feijóo, orillando conflictos y diferencias que han quedado enterradas pero que están ahí, ha sido la tónica general. Ante la pregunta de cómo ha ido el congreso, muchos en el PP respondían: “Afortunadamente, muy bien”.

En ese “afortunadamente” va implícito el temor superado a que estallaran asuntos controvertidos que han sido sepultados por la imagen de unidad alrededor del líder. Pasó sin más ruido la apuesta de Isabel Díaz Ayuso de unas primarias que sean de un militante, un voto, fórmula descartada por Génova con un portazo que no ha revuelto al PP madrileño. Se superó la presencia del presidente del PP valenciano, Carlos Mazón, que se ha paseado, fotografiado y alternado en los pasillos de Ifema sin que el debate sobre su sucesión le persiguiera. Miguel Tellado ha sido recibido como el nuevo lugarteniente de Feijóo, sin contrapesos y sin recelos de los territorios. “Lo ha pedido Feijóo y tiene manos libres”, se han limitado a decir los dirigentes autonómicos.

Ahora toca lo más difícil, recuerdan en el partido. Feijóo se puso de deberes ir a los 10 millones de votos y sumar 40 escaños más. Eso supone sumar dos millones de votos más a los que obtuvieron en las generales de 2023. ¿Cómo lo van a hacer? ¿Cómo se suman votos a derecha e izquierda? Hasta Ayuso se mostró convencida en su discurso de que “cada vez más socialistas que quieren a España” estarán “en la casa común del PP”.

“Lo haremos con un pie en el centro, pivotando a derecha e izquierda, con un proyecto transversal. El problema no es de ideología sino de cambio. Denos tiempo”, contestó Elías Bendodo, vicesecretario de Política Autonómica y Local y Análisis Electoral. “El cambio consiste en que España funcione”, dijo Feijóo empleando el eslogan de Felipe González en la campaña de 1982. Un lema que muchos han recuperado después, el último Juanma Moreno en Andalucía. “No nos confiemos con la sonrisa de las encuestas. La única que vale es la de las urnas. Hay que hacer las cosas bien hasta el último día”, dijo el líder nacional. La política de ahora no es efectivamente ni la de los 80 ni la de los 90 ni siquiera la que permitió a Aznar en el 2000 una histórica mayoría absoluta con 183 escaños, 27 más que en 1996, tras alcanzar 10,2 millones de votos. Ahora Vox acecha, el hastío en muchos electores beneficia a partidos de extrema derecha, con discursos antisistema que señalan que PSOE y PP son lo mismo. Hay que saber capitalizar ese descontento, admiten en el PP, y es una tarea titánica por más que se relamieran con la grave crisis que atraviesa el PSOE de Pedro Sánchez.

Enlace de origen : Dirigentes del PP alertan contra el exceso de confianza: "Hoy las encuestas se mueven diez puntos en días"

OBTENGA UNA MUESTRA GRATUITA

La contactaremos lo más rápido posible.