Pese a los casi 4.000 kilómetros que separan El Hierro del Vaticano, existe una curiosa conexión entre ambos territorios que se materializa en la figura de Javier Domingo Fernández González (Caracas, 1973), el encargado de gestionar la agenda del recientemente fallecido papa Francisco y que estos días participará en las ceremonias oficiales con las que se despedirá al pontífice. El jefe de Protocolo de la Secretaría de Estado de la Santa Sede es hijo de un herreño que emigró a Venezuela a mitad del siglo pasado. Este no es el único lazo que lo une a la Isla más occidental del Archipiélago, pues allí, en una casa próxima a la iglesia piñera de San Antonio Abad, también reside su tía Herminia.
Entre los vecinos de El Pinar, el sobrino de Herminia se ha ganado el apodo del cura del Vaticano. El venezolano con raíces canarias visita la isla de su padre cada vez que tiene oportunidad y se hospeda en casa de su tía entre siete y quince días. El doctor en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y en Derecho Canónico por la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid habla cuatro idiomas (español, italiano, inglés y francés) y ha participado en misiones en India, Nepal, Chad, Nigeria y República Centroafricana, por lo que tiene unos conocimientos muy profundos de la realidad que se vive en el continente próximo al Archipiélago.
Además, el religioso, que ostenta el título de monseñor -distinción honorífica que concede el papa a determinados eclesiásticos-, conoce bien la devoción de los isleños por la Virgen de los Reyes. Incluso ya ha participado en alguna Bajada y ha colaborado con párrocos de distintos templos herreños. El cariño o la curiosidad que genera su presencia en suelo piñero se mide cada vez que un vecino dice: «Hoy da la misa el sobrino de Miña». Cuando se da esa circunstancia parece que en la bancada hay más feligreses para oír las palabras de un sacerdote que es recibido como uno de los suyos.
Quienes lo conocen en El Pinar señalan que ya sabían que «iba a hacer carrera en Roma» y lo describen como un cristiano que procura pasar «desapercibido» cuando acude a visitar a su tía. Aunque eso no significa que no salga de casa, que comente cuestiones de actualidad con los vecinos, que se interese por las ambiciones de los jóvenes y que incluso colabore, o quiera estar cerca de las actividades que se organizan en la iglesia del pueblo. Lo que no hace es contar casi nada de los cometidos que desempeña en Roma.

Domingo Fernández. / LP / ED
Las personas que más se relacionan con él apuntan que le agrada descubrir cuestiones anudadas con la tierra de su familia y que disfruta de los paisajes y de la gastronomía herreña. «Es una persona muy sencilla», incide una vecina que ha tenido la oportunidad de coincidir con él en varias oportunidades.
Su tía Miña
La tía Miña, que regresó a su tierra natal tras el fallecimiento en Venezuela de dos familiares muy directos, se convirtió en una sólida influencia para que el jefe de Protocolo del Vaticano decidiera proyectar su vida al servicio de Dios. De toda su familia, al parecer, era la que más claro tenía que el pequeño Javier estaba destinado a vestir los hábitos y fue la que apoyó sin reservas su inclinación por el sacerdocio.
Su intuición no falló y el joven, ordenado sacerdote el 21 de julio de 2001, se incorporó al Vaticano como miembro de su servicio diplomático, el 1 de julio de 2007. Más de 16 años después, el 14 de septiembre de 2023, el papa Francisco ordenó su ascenso a jefe de Protocolo de la Santa Sede, tomándole el testigo al irlandés Joseph Murphy.
Durante un tiempo, el presbítero caraqueño también ejerció como funcionario de la Sección de Relaciones con los Estados y Organismos Internacionales, oficio en el que supervisó directamente las relaciones con países hispanos y africanos. Por el puesto que ocupó y por el vínculo personal que lo une a Canarias, el alto cargo del Vaticano sigue «con mucho interés» la crisis migratoria que atraviesa el Archipiélago y que sacude, sobre todo, a islas como El Hierro. Entre otras cuestiones, porque es consciente de las dimensiones y las particularidades del territorio en el que crecieron los suyos.
El papa Francisco fue invitado de forma oficial a visitar Canarias y, en varias ocasiones, se dijo que el sucesor de Pedro quería hacer una escala en las Islas durante su gira transoceánica e incluso un viaje director. Esta supuesta parada hubiera sido su primera y única visita al territorio español desde que asumió el papado en 2013, pero no llegó a tiempo, antes regresó a la casa del Padre.
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Enlace de origen : El amigo herreño del papa Francisco