El Celta se queda a medias tras la avalancha desatada por Larsen

Sabor amargo el que le quedará al Celta tras el empate cosechado ante el Villarreal. Un punto contra un equipo de jerarquía, que además empezó ganando, sonará bien para el que no haya visto el partido. Pero lo que ocurrió sobre el césped deja el sabor de la insatisfacción en la parroquia celeste citada en Balaídos o frente al televisor: los de Carvalhal dispararon 21 veces —8 entre los tres palos— y botaron 14 saques de esquina. A los de Quique Setién les bastó uno solo remate a puerta (pero qué remate, el de Gerard Moreno) para lograr idéntico premio.

El choque, que fue un muestrario del camaleónico repertorio táctico de Carlos Carvalhal, deja una buena noticia sin matices. Strand Larsen estrenó al fin su cuenta goleadora en LaLiga, con un tanto de los que se esperan de él, de talentoso nueve puro. Sirvió, además, para galvanizar al equipo y dar pie a una avalancha de llegadas en la última media hora que no derivaron en un segundo gol por obra y gracias de Pepe Reina y de la falta de precisión en el remate de los célticos.

El técnico luso renunció de entrada a jugar con un delantero centro nato, y apostó por colocar arriba a Iago Aspas y a Gabri Veiga. El plan era aguardar replegados y lanzar la presión en momentos puntuales para robar y golpear, aprovechando el dinamismo de la pareja de oro de la cantera céltica. Lo hicieron en el minuto 13, cuando tras una recuperación el moañés proyectó al de O Porriño, que acabó con un chut potente que exigió a Reina, pero al que le faltó colocación.

La posesión era de los de Quique Setién —llegó a dominar por 70 a 30 por ciento en esa faceta—, pero, cosas del fútbol, hicieron daño por la misma vía que había planteado Carvalhal. Una salida de balón defectuosa y una transición rápida para acercarle el balón a Gerard Moreno fue suficiente. El resto lo puso la clase superior del delantero: de espaldas, un toque le bastó para pinchar la pelota y acomodarla para un disparo fuerte y esquinado desde fuera del área. Marchesín volvió a encontrarse con la maldición de encajar lo que va entre palos, pero ni dos porteros hubiesen parado eso.

El Celta se mantuvo fiel a la idea, y tuvo otras dos opciones similares a la narrada. Pero ni Veiga, otra vez, ni Aspas pudieron encontrar una finalización a la altura de sus combinaciones. Y así se fue el partido al descanso, en el que Carvalhal intentó mover el árbol con la entrada de Luca de la Torre por Cervi.

Empezó con una internada con veneno el estadounidense, pero el cambio de cromos no tuvo mayor efecto. De hecho, el Villarreal pasó a dominar el partido casi a placer, sin que los locales encontrasen la forma de dañarle. Deshizo el entrenador portugués la defensa de cinco, con la entrada de Carles Pérez, pero eso tampoco surtió efecto; pudo matar el choque Morales con tiro con rosca que besó el larguero. Hasta que, al fin, Carvalhal buscó un nueve nato y encontró a Strand Larsen. Era el minuto 64 y ya nada sería igual sobre el tapete de Balaídos.

Cuando llevaba cuatro minutos en el campo, el noruego hizo lo que se esperaba de él desde hace muchas semanas: marcar gol. Estaba Larsen en fuera de juego cuando Gabri Veiga recibió en tres cuartos de cara al marco rival. El delantero hizo lo que hacen los buenos de su especie, meterse en posición correcta y romper a la espalda del central. El de O Porriño lo entendió y le metió un pase limpio para que, por fin, Larsen encontrase la definición perfecta, con un tiro fuerte al primer palo.

A partir de ahí, el Celta sometió al Villarreal con una oleada de llegadas. De la Torre tuvo el gol de su vida tras una combinación mágica de todo el frente de ataque; a Núñez se le fue un cabezazo por un palmo; Reina le negó el premio a Carlos Pérez y a Renato Tapia. El Celta agotó la gasolina en el área contraria, provocando un córner que el árbitro no le dejó sacar. No hubo forma. Los vigueses se quedan un punto escaso para lo que expusieron uno y otro.

Ficha técnica:

1 – Celta: Marchesín; Hugo Mallo, Aidoo, Mingueza (Carles Pérez, min.53), Unai Núñez, Javi Galán; Beltrán, Óscar (Larsen, min.64), Cervi (Luca de la Tore, min.46); Aspas y Gabri Veiga (Tapia, min.87).

1 – Villarreal: Reina; Juan Foyth (Kiko, min.64) (Cuenca, min.69), Pau Torres, Aïssa Mandi, Mojica; Chukwueze (Yeremy, min.46), Parejo, Coquelin (Capoue, min.64), Trigueros (Morlanes, min.77); Gerard Moreno y Morales.

Goles: 0-1 Gerard Moreno, min.15; 1-1 Larsen, min.67

Árbitro: Alberola Rojas (comité castellano-manchego). Amonestó a Trigueros (min.25) por parte del Villarreal.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la decimoséptima jornada de LaLiga disputado en el estadio Abanca Balaídos ante 13.931 espectadores. Antes del partido se guardó un minuto de silencio en memoria de Carlos García Riaño, padre del director de cantera del RC Celta, Carlos Hugo García Bayón.

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