El primer parto en Ourense tras el traslado: «El cambio nos favorece, ha sido a mejor»

El pequeño Hugo, de dos años, conocerá este viernes a su hermana Patricia, que llegó al mundo en Ourense el 30 de julio. El inminente encuentro de la familia, que ha crecido, y ese primer y esperado minuto de una relación entre hermanos, un amor para toda la vida, multiplican la emoción que experimenta Lidia Santos Pérez, una mujer de 27 años natural de Boiro (A Coruña), que reside desde hace años en el municipio ourensano de Maside. El pasado mes de febrero se casó con su pareja, José Manuel Bernárdez Gómez, de casi 30 años, el padre de los dos niños. El nacimiento de la recién llegada, Patricia, que ha pesado 3.100 gramos, supone un paso inolvidable en la vida de la familia y es un hecho para recordar, también, en el propio hospital. Se trata del primer bebé nacido en las instalaciones provisionales del controvertido paritorio de Ourense, tras el traslado de las distintas unidades de Pediatría y Ginecología desde el viejo Materno Infantil.

El alumbramiento tuvo lugar a las 13:35 horas del miércoles. La madre ingresó a las cinco y media de la madrugada de este martes al miércoles. Fue atendida en un primer momento en las antiguas instalaciones del Materno Infantil, que ya están clausuradas. Patricia y sus padres Lidia y José han sido protagonistas de la mudanza. A las diez de la mañana trasladaron a la madre embarazada desde el viejo edificio al paritorio en su nuevo emplazamiento.

«Fueron muy atentas conmigo y sabían perfectamente dónde tenían todo. Estaba todo organizado»

«Cuando ingresé me enteré de que se iba a trasladar el paritorio, no lo sabía», introduce. «Tuve un poco de miedo, empecé a pensar que estarían trasladando algunas cosas y que otras se quedarían allí, pero pasó todo lo contrario. Fueron muy atentas conmigo y sabían perfectamente dónde tenían todo. Estaba todo organizado», valora.

Lidia tuvo un parto vaginal y recibió la epidural para aliviar el dolor. El parto se desencadenó sin complicaciones. Durante el proceso de dilatación, una evolución que requiere horas, mientras las contracciones maduran el proceso preparando el canal de parto para el alumbramiento, Lidia y su pareja estuvieron en una de las cinco salas habilitadas en la unidad temporal, ubicada en la primera planta del edificio quirúrgico. A ella le tocó dar a luz a Patricia, la primera bebé del nuevo paritorio, sin que ninguna otra mujer se encontrase en las instalaciones en trabajo de parto, confirma. «Yo no escuché nada», dice sobre las condiciones de intimidad de la sala. En 2024 nacieron en el CHUO 1.138 bebés, una media de tres cada día.

Los padres de Patricia, con profesionales sanitarios del CHUO.

Los padres de Patricia, con profesionales sanitarios del CHUO. / FDV

Se sintió a gusto en el nuevo espacio de partos. «Fueron súper atentas conmigo, me ayudaron», agradece. Sobre la nueva ubicación cree que se ha ganado comodidad, pese a las críticas. «Las matronas, enfermeras y ginecólogas están a tu lado, todo es más fácil, me gusta mucho más. Ha sido un cambio a mucho mejor», dice Lidia desde su experiencia, porque dio a luz a Hugo en 2023 en las antiguas instalaciones del Materno. En su proceso de esta vez no necesitó hacer uso del único aseo y de la única ducha disponibles en el área.

«Estás al lado de todo: de la UCI y del despertar; no tienen que pasearte tanto. Es muchísimo mejor en muchos factores», destaca Lidia

Lidia cree que el cambio de instalaciones para los partos es «muy favorable para nosotras, las que importamos, las que estamos para parir». Y compara su segunda vez con el contexto de la llegada de su niño. «La sala de dilatación del antiguo Materno no tenía luz natural, estaba allí abajo, en un lugar interno y apartado, entre cuatro paredes», subraya.

«En el nuevo paritorio hay luz natural, tienes ventanas, hay paisaje, ventilación, aire acondicionado con ventilador propio y todo está muchísimo más cerca», destaca esta mujer. «Estás al lado de todo: de la UCI y del despertar; no tienen que pasearte tanto. Es muchísimo mejor en muchos factores», destaca Lidia.

Lidia y Patricia, su segunda hija.

Lidia y Patricia, su segunda hija. / FDV

Con su segunda hija ha estrenado el servicio de partos transitorio, y también la planta de ingreso de maternidad habilitada a escasos metros de distancia, en el edificio Cristal. Su opinión es que los espacios de hospitalización son mejores que las dependencias del edificio anterior. «La planta está mucho mejor que antes, es más amplia, hay más luz y más ventilación», destaca esta madre.

El primer día de los hermanos

Desde su ingreso inicial en el Materno, hasta que este viernes ella y su marido se marchen con su pequeña a casa, si la previsión se confirma, y después de haber sido protagonistas de una mudanza y de un parto en una zona recién estrenada, Lidia vive enfocada en un único momento, que desborda su alegría: en la primera vez que Patricia y Hugo crucen sus miradas, estén juntos e inicien su relación fraternal. «Aunque para mí él sigue siendo pequeñito aún, ahora será el grande. Estoy deseando que se conozcan», dice esta joven madre, ilusionada.

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