Invertir en ‘private equity’ o cómo obtener retornos elevados con un riesgo ajustado

Desde que los bancos centrales instalaron los tipos de interés en el 0% para apuntalar las economías tras la crisis financiera de 2007, que ahora se mantienen por los efectos de la pandemia, los grandes inversores institucionales han puesto sobre la mesa nuevos activos de inversión que compensen la negativa rentabilidad real de la renta fija y la volatilidad de los mercados cotizados.

De este modo, y aunque con retraso respecto a otros países europeos, los activos alternativos (inmobiliarios, infraestructuras, capital privado —’private equity’—, entre otros) cada vez ganan más peso en la asignación de activos de las carteras. Según el informe ‘Estudio de inversores institucionales 2020’, en la actualidad el porcentaje invertido en activos privados ha pasado del 12% al 14%, una tendencia alcista que se mantendrá tal y como corrobora una encuesta de la entidad alemana Yielco, que refleja que el 90% de los inversores institucionales en el mercado español va a aumentar su exposición a los activos alternativos y que el 70% de los inversores en capital privado prevé incrementarla.

Para hablar del auge y de las bondades de la inversión alternativa en general y del ‘private equity’ en particular, El Confidencial organizó una mesa redonda junto a Qualitas Funds bajo el título ‘Era poscovid: el nuevo atractivo del ‘private equity’ para los inversores institucionales’, en la que participaron Sergio García, socio de Qualitas Funds; José Luis Segimón, ‘global head of’ Private Markets en BBVA AM; Javier Lendines, director general de Mapfre AM; Fernando Aguado, director de Inversiones de Fonditel, y Óscar del Diego, director de Inversiones de Ibercaja Gestión.

José Luis Segimón, 'global head of' Private Markets en BBVA AM.José Luis Segimón, 'global head of' Private Markets en BBVA AM. José Luis Segimón, ‘global head of’ Private Markets en BBVA AM.

“El auge de la inversión en mercados privados y en fondos de ‘private equity’ se debe a la necesidad de buscar mayores rentabilidades con un riesgo más ajustado y con un producto diversificado. Algo que en el actual entorno de tipos deprimidos y bolsas en máximos históricos es complejo de conseguir”, afirmó José Luis Segimón, ‘global head of’ Private Markets en BBVA AM.

Características de los fondos de ‘private equity’

Las firmas de capital privado invierten en compañías con potencial crecimiento a largo plazo. Su éxito es tal que en torno a ellas se han creado fondos de inversión de ‘private equity’. Estos activos reúnen características atractivas de inversión a largo plazo, pero no están exentos de riesgos. Funcionan como un bono a largo plazo, con una media de permanencia de 10 años, por lo que ofrecen baja liquidez; están muy diversificados en empresas poco conocidas de sectores descorrelacionados, por lo que las barreras de entrada son elevadas, y hay mucha dispersión de resultados entre los distintos gestores.

Nos podemos encontrar con rentabilidades cuantiosas de dos dígitos y viceversa, con pérdidas en la misma proporción, “con lo cual tenemos que estudiar muy bien la oportunidad de inversión que nos proponen y analizar que ese ‘track record’ [curva de resultados] es real y repetible a futuro”, remarcó Segimón, quien explicó que la clave es que estos gestores compran participaciones de control en las empresas y, “al ser propietarios, pueden provocar cambios para hacerlas crecer, por ello, en conjunto, crece más que el ‘equity’ cotizado”.

Javier Lendines, director general de Mapfre AM.Javier Lendines, director general de Mapfre AM. Javier Lendines, director general de Mapfre AM.

En este sentido, es clave la elección del equipo gestor. En Mapfre AM, se hace una ‘due diligence’ (auditoría) al profesional. “Para nosotros, es importante que el equipo tenga una antigüedad y los gestores hayan trabajado juntos, que haya lanzado fondos en los últimos años y que esos fondos hayan vencido. Asimismo, también es importante el ‘track record’, que la rentabilidad haya sido la que se preveía”, detalló Javier Lendines, director general de Mapfre AM.

Por su parte, Fernando Aguado, director de Inversiones de Fonditel, llamó la atención sobre elementos que quedan un “poco ocultos”. El primero, la volatilidad. El representante de Fonditel aseguró que este producto parece que no sufre correcciones porque las valoraciones son trimestrales o semestrales, “pero su rango de volatilidad de variación es enorme”. Otra de las características que destacó es la iliquidez del producto. “¿Voy a ser capaz de estar casado con este producto siete o 10 años?”. El inversor “tiene que estar convencido de que es una inversión muy a largo plazo, con la que se tiene que sentir a gusto”.

“El inversor tiene que estar convencido de que es una inversión muy a largo plazo, con la que se tiene que sentir a gusto” (Aguado)

Estos productos de inversión suelen estar diseñados para una permanencia media de una década, “pero se trata de ir invirtiendo poco a poco todos los años, para que ese flujo de salidas también se vaya acomodando a las necesidades y a las preferencias del inversor. Al final no se convierte en una inversión a 10 años, sino que es un flujo continuo de entradas y salidas que permite al inversor tener unas rentas que pueda necesitar”, aclaró Óscar del Diego, director de Inversiones de Ibercaja Gestión.

La inversión alternativa se entiende como un activo complementario para diversificar las carteras, con un peso de hasta cerca del 15%, en función del perfil de riesgo.

Oportunidades y riesgos

Todos los participantes en la mesa redonda coincidieron en que el mercado del ‘private equity’ en particular presenta oportunidades “muy atractivas”. Son palabras de Sergio García, socio de Qualitas Funds, quien advirtió de que hay que tener muy claro los segmentos a los que uno se dirige. “Yo creo que en la parte más baja del mercado, donde los mercados son menos eficientes, hay mayores oportunidades de conseguir retornos por encima de la media y unos retornos sin necesidad de riesgos mayores”. En su opinión, la clave está en invertir en compañías a precios razonables, poco endeudadas y que operen en mercados con tendencias de crecimiento que a largo plazo “sean muy sólidas”.

Sergio García, socio de Qualitas Funds.Sergio García, socio de Qualitas Funds. Sergio García, socio de Qualitas Funds.

“Oportunidades hay muchas, pero también riesgos”, advirtió Aguado, quien explicó que, a su juicio, “se están banalizando un poco la prima de iliquidez y la prima de complejidad del activo”. El experto recalcó que existen muchas alternativas interesantes en compañías que están creciendo más que la media, “en las cuales se genera un control por parte de los gestores para poder tomar más decisiones, lo que siempre es positivo”. Si bien, “hay riesgos inherentes que se ven amplificados por el enorme volumen de dinero que está entrando en estos activos, que hace que los precios estén siendo cada vez un poco más caros y quizá la expectativa de rentabilidad un poco más baja que la que históricamente hemos tenido”.

El director de Inversión de Ibercaja explicó que “no tenemos que perder de vista que son inversiones en que o eres el dueño o eres el prestatario, por lo que no hay que olvidar cuál es el activo subyacente en el que inviertes, que puede tener un riesgo significativamente más alto que otras partes de tu cartera, pero dentro de una cartera estructurada eso no es un problema y, además, la valoración de estos activos nos permite suavizar los ciclos y que el cliente pueda tener una rentabilidad mayor a largo plazo”.

Expectativas de rentabilidad

A medio-largo plazo, las expectativas de rentabilidad son “inmensas”, a juicio de Del Diego. “A final, estos productos ofrecen una rentabilidad adicional para las carteras, a la vez que crean diversificación, descorrelación y permiten que los clientes puedan alcanzar rentabilidades más altas en medio-largo plazo”; ciertamente, “tienen esa prima de iliquidez y de complejidad que los hace más rentables a largo plazo. Digamos que estructurándolo todo en conjunto es un activo muy interesante para incorporar en las carteras”, recalcó.

García puso cifras a esas expectativas de rentabilidad: en torno al 14% neto, incluyendo ‘fees’ (tasas) y comisiones. “La inversión en ‘private equity’, adecuadamente diversificada, permite conseguir retornos más atractivos para las carteras y con un perfil de riesgo muy atractivo”, afirmó el socio de la gestora, quien destacó que gracias a que la firma opera en un segmento menos competitivo, como lo es el ‘lower & mid market’ (mercado medio y bajo), encuentra mayores oportunidades de compra, a precios baratos, de compañías que crecen más y que tienen menos deuda, “lo que redunda en menor volatilidad, y todo ello sin renunciar a la rentabilidad”.

“A medio y largo plazo, las expectativas de rentabilidad de activos como el ‘private equity’ son inmensas” (Del Diego)

“En la actualidad, este tipo de productos está más dirigido al inversor institucional, que tiene capacidad de analizar el riesgo subyacente. Pero en los próximos años se va a democratizar el acceso a este tipo de activos y el inversor particular, las familias, va a empezar a invertir, siempre acompañado por profesionales”, auguró Javier Lendines.

Para ello, y en vísperas de la celebración del Día de la Educación Financiera, es “fundamental” tener una base de conocimientos. “Es importante saber qué significa tener una cartera diversificada, no una colección de cosas; que conozcamos cuál es el significado de la prima de iliquidez y de la prima de complejidad, que sepamos cómo funciona cada uno de los activos y que entendamos bien a qué nos exponemos cuando tenemos unas inversiones. De esta forma, vamos a ser capaces de tomar mejores decisiones”, concluyó Aguado.

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