La primera semana de julio está acabando con temperaturas muy altas, hasta el punto de que el jueves se declaró una alerta amarilla. Mientras tanto, las playas se llenan con aquellos que buscan un «refugio climático» para intentar minimizar el bochorno si no tienen que trabajar. Por su parte, los que no tienen opción de acudir a un arenal recurren a zonas de sombra, ventiladores y mucha agua. Y es que desde el comienzo de julio la temperatura mínima, a la hora del amanecer, rozó los 20 grados cada día, por lo que el grueso de las últimas noches los vecinos de la comarca las pasaron a 20 o más grados, según la estación de Meteogalicia en el puerto cangués. Las máximas, el jueves día 30, superaron los 32 ºC.
Este comienzo de julio se suma a un mes de junio que ya fue el más cálido desde que hay registros, con una temperatura media de 20,6 ºC y una desviación superior a la media histórica de +2,2 grados. Como viene siendo habitual en los últimos años, la comarca bate un nuevo récord de calor, según recogen los datos de la estación de referencia, MeteoCangas. Una vez más las explicaciones a este bochorno están sobre todo en unas temperaturas mínimas demasiado altas, con lo que las noches frescas están desapareciendo poco a poco de este área de las Rías Baixas. La media de las temperaturas mínimas fue también la más alta en una serie histórica que se remonta a 1987 y se acercó a los 17 grados.
A lo largo del mes de junio los termómetros de O Morrazo superaron los 30 ºC en cuatro ocasiones, acercándose incluso a los 34 grados entre los días 16 y 17 del mes pasado. En cuanto a altas horas de la madrugada, el calor volvió a ser una constante, hasta el punto de que la estación del puerto solo constató un momento con el mercurio ligeramente por debajo de los 15 ºC. Esto ocurrió la madrugada del 3 de junio. Por contra, la noche del 17 de junio los termómetros superaron claramente los 20ºC, cifras en las que se movieron también en las últimas madrugadas del pasado mes.

Un paraguas para protegerse del calor, ayer en Cangas. / Gonzalo Núñez
Además de este calor, junio fue también uno de los meses más secos desde que hay datos, en concreto solo en cuatro ocasiones anteriores había llovido menos. Y es que apenas en cinco de los 30 días se recogieron precipitaciones sobre la comarca.
O Morrazo llega, por lo tanto, al verano tras un periodo de pocas lluvias y con las temperaturas en aumento. El termómetro no baja lo suficiente por las noches y eso es algo que se viene repitiendo en los últimos años. De hecho, la pasada primavera ya había sido la quinta con temperaturas más altas desde que se recogen datos. La tendencia está además muy clara, pues tres de esas cinco primaveras más calurosas se registraron desde el año 2017. Eso sí, antes de junio sí que se habían constatado más lluvias de lo normal, completándose dos inviernos seguidos de precipitaciones elevadas.
Hay que recordar que estas noches calurosas se registran tras un pasado otoño e invierno con temperaturas muy suaves. En noviembre el termómetro apenas había descendido de los 10 ºC en dos madrugadas. Y desde enero nunca se registraron menos de 4,8 ºC, a mediados de ese mes, en una de las pocas jornadas en las que los morracenses amanecieron con un manto de escarcha blanca en fincas, jardines y carreteras. Una estampa que hasta hace no mucho era bastante habitual en pleno periodo invernal.
Aunque de momento no hay problemas con las captaciones de agua, hay que recordar que ante las condiciones del tiempo en este comienzo del verano y por el temor a un estío muy seco algunas de las comunidades de aguas vecinales de la parte alta de Moaña, de Meira y de Domaio llevan ya al menos dos semanas leyendo contadores de los usuarios para limitar su consumo a 1.200 litros por día en cada vivienda.
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Enlace de origen : O Morrazo sufre el junio más caluroso de su historia con temperaturas nocturnas de récord