Estepona 76

Brown (12), Cazorla (3), Masía (0), Rolle (13), Pocek (25) -cinco inicial- Gomes (0), Matoso (5), Vegas (15), Aleksic (3) y Fatou (0).

celta zorka recalvi 74

Sila (1), Senosian (2), Musa (16), Gea (1), Cliney (17) -cinco inicial- Aguilar (22), Garfella (7), Sánchez (6), Selimovic (0) y Vidal (2).

Parciales: 21-14, 20-19, 24-22 y 11-19. Árbitros: Betanzos García y CalvilloRendón. Le señalaron 18 faltas alEstepona y 14 alCelta Zorka Recalvi. Sin eliminadas por personales. Incidencias: Encuentro disputado en el pabellón de Pineda, que registró una buena entrada.

Octava derrota de la temporada para el Celta Zorka Recalvi, que se complica las opciones de apostar por la segunda plaza del grupo y depende ahora de otros resultados para poder conseguirlo.

Al equipo entrenado por Cristina Cantero le costó entrar en el partido. Prueba de ello es el 10-0 de inicio, con un equipo vigués que no estaba tenso en defensa, y que en ataque fallaba demasiado. El trabajo de Musa bajo los tableros le permitió al equipo céltico meterse en el partido y ponerse a un punto, 13-12, pero la alegría no duró demasiado tiempo para finalizar el cuarto siete puntos abajo.

La situación no cambió demasiado en el segundo cuarto. El cuadro malagueño tenía un gran acierto en el lanzamiento de triples, con una Pocek que estaba espectacular, dominando el rebote y no encontrando rivales bajo los tableros.

Tras el paso por el vestuario, el Celta Zorka Recalvi seguía sin estar centrado, pero la buena noticia es que a pesar de todos los problemas, las diferencias no eran demasiado amplias y seguía metido en el partido, a pesar de que llegaran al final del último cuarto con diez puntos de desventaja, 65-55.

En los últimos diez minutos de juego, el equipo vigués fue otro. Apretó en defensa, recuperó el balón y le imprimió velocidad a su juego, poniéndose por delante en el marcador a 1.30 para el final del encuentro.

Ahí se jugaba otro partido, y en esta ocasión las viguesas no seleccionaron buenas opciones de tiro, precipitándose, dejando huecos atrás para que las malagueñas, a la contra, anotaran la canasta que sería definitiva.