Sánchez busca este sábado una muestra “inapelable” de su fuerza en el PSOE frente a Page y los críticos

Cuando Pedro Sánchez anunció la respuesta provisional a la forzada salida de Santos Cerdán por corrupción, el presidente del Gobierno retó a los dirigentes críticos con su liderazgo a decirle a la cara lo que pensaban. “Estamos viendo a algunos compañeros que están planteando distintas opciones. Les animo a que intervengan en las reuniones internas”, pidió Sánchez hace dos semanas y media, durante una comparecencia en la que dejó claro que no pensaba convocar elecciones porque eso sería “entregar el país al PP y Vox”. El desafío sigue en pie. Sánchez, explican sus colaboradores, quiere que el Comité Federal que los socialistas celebrarán este sábado, en el que hará oficial los nuevos nombramientos en la Ejecutiva (entre ellos, el de la sustituta de Cerdán, la valenciana Rebeca Torró) y anunciará medidas internas para impedir próximos escándalos, sirva también para medirse frente a quienes consideran, en público o en privado, que debe dar la legislatura por terminada, convocar elecciones durante los próximos meses e incluso dimitir como secretario general del PSOE. 

“El sábado veremos cuántos piden algo así. Muy pocos. La demostración de apoyo al secretario general será inapelable”, explican los colaboradores de Sánchez. Su apuesta, respaldada por los precedentes de los últimos años, es que quizá solo un barón defienda esta drástica salida a las claras, en presencia de los cerca de 300 miembros del organismo: Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha y el único líder territorial del PSOE que gobierna su autonomía con mayoría absoluta. 

Desde que se publicó el informe de la UCO que atribuye a Cerdán el cobro de mordidas a cambio de obras públicas, Page, siempre crítico con Sánchez, sobre todo por sus pactos con el independentismo catalán y vasco para mantenerse al frente del Ejecutivo, ha pedido anticipar las generales para que no contaminen los comicios autonómicos y municipales de mayo de 2027. Ha criticado a Sánchez por presentarse como “víctima” de Cerdán cuando fue él quien nombró al exdirigente navarro, ahora en la cárcel por los presuntos delitos de organización criminal, cohecho y tráfico de influencias. Y ha asegurado que el presidente del Gobierno y líder socialista no está “en condiciones” de repetir como “candidato” a la Moncloa. Ahora fuentes cercanas al barón socialista señalan que acudirá al Comité Federal y “dirá lo que piensa”. 

La situación de Gallardo

En privado, otros líderes y dirigentes territoriales comparten el diagnóstico (en especial, la necesidad del adelanto electoral), pero no tienen previsto confrontar con Sánchez y su decisión de resistir hasta el final de esta legislatura, que se encuentra rodeada de interrogantes. Sobre todo, por lo que pueda conocerse acerca de la implicación de nuevos cargos socialistas o de una presunta financiación irregular del partido. El único barón que ha seguido en los últimos tiempos la estela de Page, aunque con menos decibelios, es el extremeño Miguel Ángel Gallardo. Pero tras ser imputado en el proceso al hermano de Sánchez, buscar a la carrera su entrada en la Asamblea para conseguir el aforamiento y ser acusado por el tribunal de incurrir con esta maniobra en un “fraude de ley”, Gallardo tampoco tiene excesivas fuerzas para descolgarse e ir por libre. 

Page sí. Este viernes, menos de 24 horas antes del inicio del Comité Federal, el presidente de Castilla-La Mancha volvió a calentar la cita, aprovechando el décimo aniversario de su llegada al poder autonómico para buscar el contraste con la situación que vive Sánchez y el PSOE en general tras ingreso de Cerdán en prisión. “Vamos a cumplir (…) Algunos no saben ni siquiera si van a cumplir el fin de semana en el mismo cargo o si van a seguir en la política. Algunos, a lo mejor, hasta ni saben siquiera si van a estar libres de poder andar por la calle o van a tener que verse en una cárcel”, dijo Page. Fuentes cercanas al mandatario autonómico explicaron después que se trataba de una “reflexión general sobre el momento que vive la política”, pero el rotundo mensaje admite pocas interpretaciones. 

El control de los territorios

En cualquier caso, los colaboradores de Sánchez aseguran estar tranquilos ante la posibilidad de una revuelta interna. Por mucho que atraviese su momento político más bajo, el control de los territorios del partido sigue siendo casi absoluto por parte de Sánchez. En una situación sin precedentes, el presidente tiene a cinco miembros del Consejo de Ministros liderando otras tantas federaciones: María Jesús Montero (vicepresidenta primera y titular de Hacienda) en Andalucía, Diana Morant (Ciencia y Universidades) en la Comunidad Valenciana, Óscar López (Transformación Digital) en Madrid, Ángel Víctor Torres (Política Territorial) en Canarias y Pilar Alegría (Educación) en Aragón.

“La supuesta fortaleza de los críticos es una ficción alimentada por ciertos medios. Sus intervenciones tienen el efecto contrario del deseado, porque se trata de personas que no han respaldado el proyecto en los últimos tiempos, tan complicados, y que ahora piden cuentas”, sostiene un importante dirigente socialista, que aquí incluye las “habituales salidas de tono” por parte del expresidente Felipe González. “No creemos que haya motivos para adelantar elecciones ni para que Sánchez dimita. No lo creemos nosotros, ni la mayoría de cargos, ni los militantes, ni los socios parlamentarios”, zanjan fuentes de la Moncloa. Pero nadie da por seguro que esta situación vaya a continuar durante los próximos tiempos.  

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