Una escuela de infantil denuncia que tendrán que admitir alumnos por encima de la ratio

De los 85 colegios que hay en Vigo, solo seis tendrán que baremar el próximo curso y hacer un cribado para seleccionar a sus alumnos y dejar a otros niños fuera. Sin embargo, aunque en el 93% de los centros sobran plazas, los pocos que están llenos tienen que hacer frente a una distribución, en ocasiones, puede volverse injusta.

Para el próximo curso, la ratio pasó de 25 escolares a 20 en cada una de las unidades de los cursos del segundo ciclo de Educación Infantil. Sin embargo, la ley estipula que se deben tener en cuenta a los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, computando el doble aquellos que tengan un certificado de discapacidad igual o mayor al 33% (y triple si supera el 65%).

Marta Carracedo, la directora de la Escuela Infantil Monte da Guía de Vigo, uno de los dos únicos centros públicos en los que hay más peticiones que plazas, señala que tienen 21 solicitudes para 4º de Infantil y que dos de ellas son niños con una discapacidad superior al 33% e incluso dependencia. Según advierten, con las especificaciones de la ley, el grupo tendría derecho a tener 18 alumnos en el aula como máximo porque dos de ellos computarían el doble. Pero, aseguran que no se cumple la normativa: “Recibimos instrucciones por parte de la Consellería que no cumplen este acuerdo. Se nos obliga admitir a 20 alumnos, ya que consideran que este cómputo doble no se aplica en el alumnado que se incorpora por primera vez al centro, sino para las permanencias“.

Desde el centro, explican que se enfrentan a un problema contrarreloj porque una vez que se admita al alumnado (y mañana deben publicar la lista provisional de admitidos), los alumnos nunca van a computar el doble, ya que una vez que entran no se puede reducir la ratio del grupo para el curso siguiente ni en ningún momento. “Esta situación nos parece muy grave porque el descenso de natalidad es notable desde hace unos años, siendo sólo dos los colegios públicos que tenemos que baremar en todo Vigo, habiendo vacantes en muchísimos otros. ¿Cuál es la necesidad de saturar a un colegio e incumplir la ley cuando hay plazas vacantes en otros centros?”, cuestiona la directora.

Afirman que con esta decisión se está vulnerando el derecho del alumnado a ser atendido de la forma más individualizada posible, de las familias y del profesorado.

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