
En un gelida mañana, la Subida ao Castro ha vuelto a dar inicio al circuito de carreras populares RunRunVigo, una prueba clásica del calendario runner de la ciudad que se adapta a la orografía viguesa mejor que ninguna otra, y donde lo importante es llegar a arriba y conquistar la cumbre que dio nacimiento a la ciudad. Para ello hay que salvar desde el nivel del mar, cuestas y escalones sin cesar en los escasos 3 kilómetros de recorrido. Es una cita considerada ineludible. Dieciséis ediciones dan derecho a ello.
Bajo la organización de Singletrack Outdoor Sports y con Guillermo Janeiro en la dirección, la prueba disfrutó de un domingo soleado pero con bajas temperaturas a primera hora de la mañana. Desde la decisión de cambio de fechas, pasando el evento de diciembre de 2017 a enero de 2018, la carrera ha sorteado la lluvia. Dos amagos de las nubes en 2019 y 2020 se quedaron en nada. Ayer no hubo ni una sola nube amenazante en el claro cielo vigués. Abel Caballero dio el pistoletazo de salida en Montero Ríos.
La organización siempre busca nuevos retos que superar y este año la cuesta de la calle Anguia fue la sorpresa que se encontraron los más de 500 participantes, nada más entrar en la calle Real. Unas rampas de un porcentaje de hasta el 30% rompieron el pelotón para llegar a la renovada Porta do Sol en fila india.
El crono no admite otro tipo de referencias que las propias. 11:50 fue el tiempo que necesitó Mikel Carmona para llegar el primero a la cima del Castro. Es un atleta que ya estuvo cerca de la victoria en otras ocasiones pero que hasta este domingo no había disfrutado del sabor de la victoria. Para ello Mikel aguantó en el grupo de favoritos, donde rodaba el vencedor de la edición pasada, Ántón Gómez, hasta llegar a las escaleras del Castro. En ese momento impuso su ritmo, “Al cruzar la Plaza do Rei lanzé un ataque confiando en que me sirviese para llegar a meta”, explicó el vencedor. Son de sobra conocidos los desvanecimientos en las ultimas escaleras de muchos atletas que intentan la victoria, pero Mikel tuvo piernas para imponerse sobre Martín Barreiro y Antón Gómez.
Ritmo frenético
El ritmo de salida fue altísimo, 3:10 aproximadamente el primer kilómetro, en parte por culpa del jovencísimo Roque Gónzalez, que con tan solo 14 años salió como un resorte en ese primer kilómetro pero que luego con la llegada de las cuestas fue perdiendo fuelle antes los más veteranos para acabar en una espectacular décima posición.
Andrea Iglesias, lograba su segunda victoria en la Subida ao Castro, tras la alcanzada en 2019, empatando en el palmarés de la prueba con Ester Navarrete, Águeda Blanco y María Ferreiro. En categoría masculina, José Antonio Ramallo (2011, 2012 y 2014) sigue siendo el vencedor absoluto que más veces la ha ganado.
Andrea hizo una carrera fuerte desde la salida liderando la subida entre las chicas en todo momento, imponiéndose a Noemí Álvarez y Marta Calvo. “El circuito de este año me ha gustado mucho. Prefiero recorridos duros que sean más directos en la subida”, comentaba al finalizar la carrera.
El circuito RunRunVigo continua el próximo mes de febrero con la celebración de la carrera Calvario 5+5.
Enlace de origen : Vigo, a los pies de Carmona e Iglesias